Melancolía

Melancolía, del griego μελαγχολία, halla su significado primitivo en ese humor negro del que nos habla la antigua medicina griega. Sin embargo, la medicina moderna nunca reconoció su existencia por no haberlo constatado físicamente. Hipócrates, el padre de la medicina, así como el gran filósofo Aristóteles y varios médicos renacentistas nos explican las consecuencias de su presencia en el cuerpo humano y su inseparable efecto psíquico . He aquí lo que nos reúne en este espacio, ese humor negro manifestado en letras, imágenes y sonidos.



14 sept 2010

Homenaje a Benedetti (antipoema doce)

 

EL SUPERAVIT SEMINAL DE SAMANTHA

Que te miento, que te miento, que no te olvides que te miento
todo era como decía Cenizento:  aplaudamos al espejo
despejemos el terreno, ¿te creíste que era cierto?
aprende por fin que todo es viento, que no soy tu complemento
que todo esto está movido por el sexo
que no es especial nuestro sentimiento
que millones de estúpidos van drogados con el mismo pensamiento
quise decir “excremento”
que juraron amor a Marcelina, pero todos se bañaron en su orina
como niños mal geniosos, se te está saliendo un moco
que no es sexy tu pollina, yo no soy tu policía, y quién te dijo que eras mía
que te vas ya de mi vida, merendemos plastilina, agridulce, medio fría
cuanta baba ha corrido por esa barbilla, que no es sexy tu pollina
que me cago en Marcelina y en su amiga, y sus dientes, y ese pene de juguete
toca el timbre que él te atiende, y ese duende me lo muerde
Billy Black desaparece, vino un ángel, vino un niño, se rascaron el ombligo
todos miran el juanete, y la baba que corría, siempre fresca siempre alegre
el niño bello cagó los pantalones y una monja prostituta dijo: ¡mierda!, ¡qué mal huele!
comí caldo de verduras dijo el niño a aquella puta
y la mierda se chorrea, está agria y  está espesa
el niño no se aguanta, ya no controla más su esfínter
y ese caldo de verduras ya no era apetecible
luego vino un niño sabio, sabio por haberse amado, quise decir “masturbado”
preguntó muy de repente a la monja lisonjera, ¿dónde te deposito mi semen?
puedes hacer un gran banquete con la mierda entre tus dientes
no te asquees Marcelina que hoy no es viernes tampoco es trece
aunque sí meteré la lengua en tu melcoche, nada es sano, nada es tierno
nada mágico ni tampoco muy intenso, como el agua, como el vapor unido al viento
es un ciclo
no es divino, sí es eterno, me estoy riendo por dentro
de tu cara, de tus senos, del calor que llevas dentro
no es un ángel, es un cerdo, con pezuñas y sin dedos
va buscando revolcarte entre lodo y excremento
es lo mismo, siempre fresco, que me dejen las costillas, que te gustan las salchichas
mil colores, mil diseños, no se chupan, se mastican
que si lo quieres siempre tieso, mueve bien tus posaderas
entre tus nalgas hay un dedo, muy cochino, muy travieso
pero amado por las niñas, por las viejas y las ninfas
que no son ninfas sino idiotas que creyeron en los cuentos
y una gorda quiere sexo, bien reclama sus derechos,
¡me lo metes o te escupo!, le decía a su esposo el prisionero
¡esta gorda es bien gozona!, se decía a sus adentros
y aquel rose entre las piernas le ha causado mal aliento
es tu turno malhechor, le decía la gordita que exigía su carnita
te lo meto, te lo meto, con permiso te lo meto.
¿Usted busca un sinsentido o sinrazón?, le presento al enano glotón
y qué fue lo que quedó después que el superávit se saldó
mucha hambre en el corazón, pantaletas de cartón, perfumadas de un hediondo jabón
que me quita inspiración, opacando aquel sudor
y Leonardo pega un grito a su Señor, que se apiade del pecado y de su amigo el pecador.

Marcelina, memoriza este mensaje, de una vez y para siempre:
este hombre nada siente muy grandioso o trascendente
ni por ti ni por su presa, sólo sigue la corriente
te engaña, al mismo tiempo se miente
y esclavizado lentamente toma el mando su inconsciente
que es demente como siempre
que se escurre entre sus dientes aquel sonido tierno e inclemente
que parece que te quiere, pero cuando sale del retrete
te lo mete y te lo mete, pero nunca ha sido suficiente
mientras él goza desconectamos el satélite
dónde fuiste te pregunta el dolor entre tus piernas
que te hace pisar tierra, que te acerca al fly me in the cohete
pero sigue siendo basura aunque aterrices y despegues
ese chico no te quiere mientras siga su aventura
está tapando su vacío o llenando su embudito
que el que quiere no se llena, ni por dentro ni por fuera
que se fume su vacío, que se lance al precipicio
bien desnudo y sin vergüenza, que caigan sus vestimentas
que no aprendieron, que no aprendieron, que no hay embudo sin agujero.


Cornelio Bastardo
A.M.A

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