Melancolía

Melancolía, del griego μελαγχολία, halla su significado primitivo en ese humor negro del que nos habla la antigua medicina griega. Sin embargo, la medicina moderna nunca reconoció su existencia por no haberlo constatado físicamente. Hipócrates, el padre de la medicina, así como el gran filósofo Aristóteles y varios médicos renacentistas nos explican las consecuencias de su presencia en el cuerpo humano y su inseparable efecto psíquico . He aquí lo que nos reúne en este espacio, ese humor negro manifestado en letras, imágenes y sonidos.



13 sept 2010

Homenaje a Benedetti (antipoema nueve)

LOS MOLUSCOS

Cinco gotas negras son cristal, tus piecitos ya se van
La inocencia se ha esfumado, quién me ha visto parpadear
Cinco eternidades y otras cinco más me quedarán
Cinco panecillos sin color se pintarán
Dónde fuimos Marcelina, dónde estuvo aquel final
Dónde vamos con las culpas, se almacenan sin cojear.

Tus miradas melancólicas, no se han ido, ni se irán,
Tus sonrisas, tus alondras, mis violadas me hacen mal
Mis guirnaldas, mis centurias, mis zapatos de cristal
Y en Irán le hacemos culto a superman, no me he ido
No te pierdas, no te asustes, sigue acá junto a papá.

Te hice daño, te hice daño al despertar
Sin sortijas, sin dulzores, con besitos de jaguar
Como pago, como esquivo al idiota que se atreve a criticar
Que se miren hacia dentro, con sus juicios, chacharear
Que éste es tuyo, no lo manchen que me corro en tu sofá.

Las gaviotas, las alondras en la mar
Marcelina dime algo, que este aire me lastima
Me lastima tu no-estar, tu no-irte a despertar
Te lo dije cinco veces, sin cobrarte esa verdad
Me añejaron los domingos, me pisaron el dedito
Una niña se lastima con las voces de mamá
Con las poses de la abuela, con su aguja en el pajar
Cómo hacemos con las cruces, las manzanas de la ambigüedad.

Yo te dije que eran muchos los caminos para andar
No me viste los domingos expirando esta humedad
Camomila por las noches, un aroma a tulipán
No a los barcos de madera, no me crujen con la edad
Son porciones prisioneras, son sonidos, peter pan
Los mordiscos de galletas, no te vayas a acostar
Sigue aquí con minifaldas no te escondas de papá.

Arrodilla las ovejas, no me vengas a engañar
Yo te quise sin cuidado, sin creerte mi verdad
Mancillamos  nuestras manos, pegajoso carnaval
No estoy solo por las noches, se me escucha susurrar
Cuándo callo, dijo el lobo, aprendiendo a respirar
Ten cuidado con las rosas, me lastima tu-no-estar.

Yo te dije que era tarde, que no hay triste suspirar
Ya no hay nadie que nos llore, no hay vacío material
No hay un suelo, no hay de noche sin no-hay
Si esperaste algún aliento, no esperaste sin estar
Se derraman las mentiras, nadie llora sin llorar.


Bartolo Varela
A.M.A.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El ritmo es como una canción de cuna a ese amor que nunca crece porque queda anclado en un momento, cercenado en un estado en el que es imposible desarrollarse... tal vez por la misma imposibilidad de su naturaleza o el hastío, o el vacío, o la necesidad de olvidar. Es a la vez como un reclamo a la no-correspondencia. A la impertinencia de la realidad. Así lo percibí... me gusta.