La vieja diligencia en las cosas
Esa extática maniobra
Que se hunde una y otra vez
En las zozobras de esta ciudad idiota
Aquel milagro de la compasión inanimada
La claustrofóbica identidad
Que de vez en cuando se siente liberada
En la cena de las ratas.
Ya será otro día mañana
Donde esta alma eyaculada
Por el gesto de una melancolía orgásmica
Se despamarra, toda dispersada,
En aquella boca abierta
El atajo a tu verborreica nada.
Escucha la estrepitosa carcajada
¡Que dolor! ¡Que nausea!
Te presento a mis amigos, los canallas,
Esos niños, que divino, conocen su desgracia
No se mienten, ni se engañan
¡Que sublime! ¡Que siniestro!
Caen y se traicionan, todos se equivocan
Pero nada importa si se aman
Cuatro balas en el tambor
Y todo gira y gira entre ansiedad y desazón
Las luces en el techo
Y las imágenes en el televisor
Un esqueleto en la cama
Bienvenido a la espiritual castración
Un elefante, mosaico cristal, ¿Quién soy yo,
Ante la múltiple mirada del mal?
Simplemente uno más
El hijo de ese eterno retorno ceremonial
De matrimonios y sociedad
¡Ay! Como adquiere sentido,
Masturbación y castidad
Nos negamos a toda costa, a ser esclavos del azar
No te aflijas compañero
Que de ejemplo también tenemos
El tosco tonel y el burdo manto
La meada en los mercados, la mierda en los gimnasios
Y el esperma derramado en los lugares disfrazados de sagrado
Así dejamos nuestro rastro
La inmundicia del traidor
Es el medio-consuelo de este pececito masturbador
1 comentario:
"Donde esta alma eyaculada
Por el gesto de una melancolía orgásmica
Se despamarra, toda dispersada,
En aquella boca abierta
El atajo a tu verborreica nada"...
Lo veo como una visión bastante orgánica y escatológica de las palabras vacías que tal vez a diario escupimos. Es despamarra o desparrama? En todo caso, eso del alma eyaculada es una imagen poderosa. Quisiera poder hacer eyacular mi alma... Buena.
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