Apertura I

Hace algún tiempo, cuando el tiempo no importaba,
Trazaba círculos abiertos, como ges desinteresadas,
A menudo construía entradas, entradas a la nada,
Y ocurrían vértigos de infancia, que el nuevo aire detestaba.
Había esperanza de un cobijo, una manta, una dama,
Había maca y “filosofías” de canalla.




Hace algún tiempo, cuando el tiempo importó,
Se ocultaron los fulgores, la belleza dijo adiós,
A veces abría las ventanas, para refrescar todo aquel ardor,
Cercado en mi pecado, aislado por pasión.
¿Qué importaba el éxtasis?, no importaba el amor,
Sólo regocijo en la amargura y melancólica desazón.




Hace algún tiempo, cuando el tiempo sí importaba,
Me comía las entrañas, prietas, verdes, amarillas y escarlatas,
Ocasionalmente como una mónada, que sin espacio danza,
Una acedía quejumbrosa, que de la soledad se amamantaba.
Dentro de un vientre oscuro descansaba,
Entre sombras adherentes, que absorben, que distancian.




Hace algún tiempo, cuando el tiempo es hoy,
Con sigiloso paso, en eyección sutil doy cara al sol,
Por momentos basto, oxidado por flujos de mi interior,
Me muevo resbaloso, cayendo en trincheras del adiós.
Esto es un pacto, una muestra de cuan pequeño soy,
Soy un masoquista, toma el contrato, soy un hombre del humor.


                                                          Anónimo Ominona