más dilatado, más crecido
es la ley de aquel vacío
crecer en todos los sentidos
todos los que conoces y algunos desconocidos
crece el llanto del abismo
el hambre del lobo, el moco baña el ombligo
y no lo llena, desaparece sin dejar vestigios.
Cuando estás mal, cuando estás sola
cuando el barril huele a vacío
buscas de nuevo una paloma
una mirada, algún cobijo
ahora es tu amiga quien te frota
sabe a tu miel, sabe a tu nido.
Si hubo cansancio abres tu vino
abres tu vena al heroísmo
luego te enfermas por el huequito
ha crecido tu "yo necesito"
luego la culpa, luego el "me limpio"
pronto despiertas a un sueño más tibio
te busca el cronomo, te pide algún hijo.
Y así ha sido siempre, con hijo o sin hijo
deseando lo decible, diciendo lo ya dicho
y al fin ya de noche, te preguntas por tu abismo
¿qué has hecho con tu mechero?
¿en qué gastaste su fuego eterno?
las quemaduras de un humo negro.
Polvo y ceniza, más fama, más risas
recuerdos de una nada, nadando en el viento de aquel olvido
un cariño que era engaño, un engaño que era miedo
y aquel Dios que disfrazaste con budismos postmodernos
y aquel clavo que al ser clavado, salpicaba tu ojo izquierdo
era la sangre de aquel que burlas
era el sudor de tu desprecio.
Andrés Andrógenes
A.M.A.
A.M.A.
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